Creencias y culturas: II. La Biblia, el libro sagrado

Biblia Gutenberg

El término "biblia" proviene del plural de la palabra griega "Biblion", que significa Libro. Sin embargo su contenido no es un solo libro sino 73 libros distintos, que a su vez se dividen en dos partes:

Antiguo Testamento:

Los cristianos incluyeron la totalidad de la "Tanaj" (Biblia judía) dentro de su propia Biblia y le dieron a esta parte el nombre de Antiguo Testamento. Tanto es así que muchas lecturas y salmos utilizados en la misa se corresponden con esta parte del libro sagrado hebreo. Sin embargo muchas de las normas recogidas en la tanaj y que son de obligado cumplimiento para los judíos (el shabat ) no lo son para el cristianismo.

Para los cristianos, el Antiguo Testamento es secundario respecto al Nuevo Testamento, donde se exponen las palabras y enseñanzas de Jesús. Estiman que Jesús estableció con su muerte una nueva alianza con la humanidad y no solo con el pueblo de Israel, y que abolió la estricta práctica judía. De ahí que los cristianos, aunque piensen que toda la Biblia es sagrada, no se sientan obligados a cumplir lo que en el Antiguo Testamento contradiga lo expuesto en el Nuevo Testamento.

Nuevo Testamento:

Es la parte fundamental de la Biblia cristiana, y en el se contienen "Los Evangelios" con pasajes de la vida de Jesús y todas sus enseñanzas; los llamados "Hechos de los Apóstoles", las "Cartas" y el "Apocalipsis".

Los relatos sobre la vida y predicación de Jesús se encuentran narrados en "Los Evangelios" de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos cuatro libros no fueron escritos en el momento sino tras la muerte de Jesús, y de alguna manera, recogen los relatos que se contaban sobre su vida y su predicación. Reciben el nombre de "evangelios canónicos".

Los tres primeros se llaman sinópticos, una palabra griega que quiere decir que «comparten un mismo punto de vista», ya que incluyen largos párrafos que se repiten en los tres, por lo que se piensa que los autores debieron utilizar alguna recopilación de dichos de Jesús y parábolas, es decir, narraciones de las que se saca alguna lección moral y que Jesús utilizaba para predicar de un modo que resultase fácil de entender, que se ha perdido. El de Juan, presenta algunas diferencias: se interesa poco por la biografía de Jesús, pero es muy fiel a la geografía y cuenta milagros que no aparecen en los otros tres.

"Los Hechos de los Apóstoles" hablan sobre la vida de los primeros cristianos, tras la resurrección y ascensión de Cristo. Se narra la desesperanza de los apóstoles hasta la llegada del Espíritu Santo y, a partir de ahí, la dispersión por el mundo para predicar el evangelio y extender la nueva religión. En 50 años habían llegado hasta la mismísima Roma.

"Las Epístolas o Cartas" tienen diferentes autores, aunque las principales se atribuyen a san Pablo y fueron el medio que éste eligió para dirigirse a las iglesias que había fundado y trasmitirles el mensaje cristiano. En ellas se llama a los cristianos a continuar en el camino de la nueva fe y se exponen, bajo la forma de sermones, las ideas principales de lo que significaba ser cristiano. Por ser un instrumento muy útil para propagar el mensaje de la nueva religión, adquirieron gran popularidad en las comunidades y su uso se extendió por todo el mundo cristiano.

El último libro del Nuevo Testamento se llama "Apocalipsis", una palabra griega que quiere decir «revelación». Su autoría se adjudica también a Juan, el mismo del que se dice que escribió uno de los evangelios; pero tiene un estilo muy diferente, lleno de imágenes terribles que describen calamidades que ocurrirán en el futuro. Las predicciones hablan de una batalla entre los seguidores de Cristo y los seguidores del Mal, que terminará con la victoria sobre los malvados, su juicio y castigo, y la instauración de un reino de justicia y perfección tras el retorno glorioso de Cristo.

«En la visión, cuando el Cordero abrió el primero de los siete sellos, oí al primero de los cuatro Vivientes que decía con voz de trueno: "Ven". En la visión había un caballo blanco; el jinete llevaba un arco; se le dio una corona, y salió como vencedor. Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo Viviente que decía: "Ven". Entonces salió otro caballo, rojo; al jinete se le concedió quitar de la tierra la paz para que se degollaran unos a otros; se le dio una espada grande. Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer Viviente que decía: "Ven". Miré entonces y había un caballo negro; su jinete tenía en la mano una balanza [...] Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto Viviente que decía: "Ven". Miré entonces y había un caballo amarillento y el jinete se llamaba Muerte, y el abismo infernal le seguía. Se les dio poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con la espada, con el hambre, con las epidemias y con las fieras salvajes.»

Apocalipsis 6, 1-8, Nuevo Testamento cristiano

El primer caballo alude a la conquista y al triunfo; el segundo, a la guerra entre los hombres; el tercero, a las desgracias que esto acarrea y el cuarto sintetiza los males de los tres anteriores con la muerte, que podía llegar a los hombres y mujeres a través del hambre, las enfermedades y las fieras de la tierra. Es el preámbulo a la victoria del bien sobre el mal, según este relato.

(Tomado de Kalipedia)

Esta es la estructura de los libros sagrados